Como siempre cuando tenemos que abordar una combinación o dos cartas, empezaremos observando, con una mirada lo más limpia y nueva posible, los arcanos que tenemos delante. Miraremos qué cosas son las que tienen en común y comparten y cuáles son las diferencias.
Similitudes:
- Ambas cartas miran al pasado, la Sacerdotisa con una mirada un poco nostálgica y recordando el pasado, lo vivido. El Ermitaño para cerrar y aprender.
- Los dos personajes van vestidos y muy tapados de arriba abajo, del cuello a los pies. Tienen personalidades muy marcadas. Al no mostrar los cuellos, quiere decir que no lo dicen todo. Al no mostrar los pies, no nos muestran hacia donde direccionan, aunque podemos verlo por su lenguaje corporal, pero nos muestra discreción. La ropa que les cubre por dentro es roja y por fuera es azul, conectan con pasión y energía (rojo) con la espiritualidad que les cubre (azul).
- Son personas mayores, con la experiencia que les ha dado la vida.
- Sostienen elementos en sus manos, el Ermitaño un farolillo para buscar su camino y un bastón, y la Sacerdotisa un libro representando su sabiduría y conocimiento.
- El bastón del Ermitaño y el libro de la Sacerdotisa son de color carne, enfocados a lo terrenal. El bastón le conecta con la realidad y el libro nos habla de la experiencia y conocimiento de la vida.
Diferencias:
- El Ermitaño es un personaje masculino más activo y la Sacerdotisa una mujer más receptiva.
- El Ermitaño es un número impar también activo o masculino y la Sacerdotisa es un número par más receptiva.
- El Ermitaño, aunque tiene una capucha para poder cubrirse la cabeza si lo desea no lo está haciendo, quiere decir que no quiere ideas de fuera, sus ideas son propias. Su cabello es de color carne enfocado a lo terrenal. La Sacerdotisa en cambio, en su cabeza lleva una tiara papal, pensamientos religiosos que son los que ella ha adoptado. No muestra su pelo, lo tiene cubierto con un velo blanco, símbolo de modestia, ella acata los pensamientos religiosos. Las mangas que nos hablan de cómo actúa cada uno, las del Ermitaño son azules conectadas con la espiritualidad y las de ella de color carne conectadas con lo terrenal.
- La Sacerdotisa controla sus emociones con las cintas que le cubren el pecho y en el Ermitaño no las vemos, pero parece que lleva un cinturón que le permite controlar sus instintos.
- El Ermitaño está de pie, activo caminando lentamente para buscar su camino. Ella en cambio está sentada encima de su trono conservando y manteniendo lo que ha conquistado.
- Ella en el pasado tiene un velo con el que guarda el conocimiento para aquellos que están preparados y él detrás no tiene nada. La mano derecha del Ermitaño, su mano de la razón, su mano consciente está levantada, está en acción buscando. Las manos de la Sacerdotisa están más pasivas reposadas en falda, apoyándose en ella misma, en su experiencia, en lo que ella ha andado.
- El Ermitaño tiene un elemento en cada mano, un farolillo y un bastón y la Sacerdotisa sostiene con las dos manos un libro, para sostenerlo une su mano de la razón y la mano del corazón.
Hasta el momento hemos visto las semejanzas y diferencias, con esto ya hemos obtenido una buena información. Ahora podemos ir un poco más al fondo de ambas cartas.
Está claro que ambos arcanos representan a personas con experiencia y bagaje, con valores y que están en un proceso de conexión y búsqueda espiritual.
La Sacerdotisa, figura femenina, sentada y de un número receptivo busca y llega a la conexión espiritual sin la necesidad de hacer nada, reflexionando, a través de su intuición, escuchando su interior, meditando, no tiene que hacer nada solo conectarse con ella misma.
El Ermitaño, figura masculina, de pie y en movimiento, número impar y activo, con la mano levantada y sosteniendo un bastón está claro que para conectar con esa espiritualidad lo hace actuando y moviéndose.
El Ermitaño no tiene nada detrás, ha cerrado los temas pendientes y sigue mirando hacia el pasado para poder seguir mirando qué temas puede ir resolviendo y cerrando.
El Ermitaño tiene el farolillo que le ayuda a encontrar su camino exterior que le permita llegar a su interior. Le permite discernir lo superficial de lo profundo, le permite ver las sombras externas e internas para poder seguir avanzando y lo hace de manera consciente (mano derecha). Esa mano derecha que está arriba, porque busca poder seguir avanzando y progresando.
El Ermitaño es ese personaje que se aleja de la vida mundana para encontrarse a si mismo, para poder conectar con su espiritualidad. Deja todo y se queda con lo esencial, su ropa, su farol y su bastón que le ayuda a no perder la realidad.
En cambio, la Sacerdotisa, está sentada en un trono, lleva una corona, tiene un libro, tiene sus cosas, conserva lo que ha conquistado a lo largo de todos sus años. El trono no es esencial, la corona tampoco, el libro tampoco.
Podríamos decir que la Sacerdotisa representa la sabiduría, que es la capacidad de aplicar el conocimiento, la experiencia y el buen juicio de manera práctica y prudente en la vida cotidiana. Es un atributo que se desarrolla con el tiempo a través del aprendizaje y la reflexión. Además de añadirle esa conexión espiritual que ella tiene y que le llega a través de la intuición, que le permite conectar con la espiritualidad innata que todos tenemos.
- La sabiduría se enfoca en la aplicación práctica del conocimiento y el buen juicio en la vida diaria.
- La sabiduría es una cualidad desarrollada a través del tiempo y la experiencia.
- La sabiduría tiene un impacto práctico y tangible en la vida cotidiana.
- La sabiduría se desarrolla de manera gradual y continua a través del aprendizaje y la reflexión.
El Ermitaño estaría más relacionado con la búsqueda de la iluminación que es un estado de conciencia superior y comprensión profunda de la verdad universal. Es una experiencia trascendental que implica una percepción clara y directa de la realidad y la liberación del ego y las ilusiones. Esto es lo que busca el Ermitaño, que en otras culturas podría estar representado por la búsqueda de la visión, etc.
- La iluminación se enfoca en la percepción trascendental y la comprensión profunda de la realidad y la verdad universal.
- La iluminación es un estado de conciencia alcanzado a través de la realización espiritual.
- La iluminación transforma profundamente la percepción y comprensión de la existencia y la realidad.
- La iluminación puede ser un evento repentino o el resultado de una práctica espiritual intensiva y prolongada.
Aunque son diferentes, la sabiduría y la iluminación pueden complementarse. Una persona sabia puede estar en el camino hacia la iluminación, y una persona iluminada puede poseer una sabiduría profunda que guía sus acciones en el mundo. Ambas enriquecen la vida y contribuyen al crecimiento personal y espiritual.
En una interpretación predictiva: ambas cartas nos invitan a reflexionar, a buscar información, a tomarnos un tiempo para escuchar nuestro interior e investigar para poder tomar una decisión.
En una lectura evolutiva espiritual, nos estarán hablando de un proceso de crecimiento y búsqueda espiritual.
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Este artículo corresponde al directo del día 10 de julio de 2024. Si deseas más información puedes verlo en Youtube @EscolaMariloCasals.
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Feliz semana y feliz Tarot 😊
Mª del Mar Tort i Casals