La relación entre el dinero y las consultas de tarot siempre ha sido un tema delicado. Así como generalmente nadie se cuestiona que un médico, un@ psicólog@, un@ terapeuta, un@ lampista, etc, tienen todo el derecho a cobrar sus servicios. Cuando se trata del tarot, el tema es diferente. Nos topamos con la idea o creencia que el tarot no se debe cobrar. Cuantas veces no nos hemos encontrado a gente que lee el tarot y que dice “yo no cobro porque hago un bien” “yo no cobro porque tengo un don” “yo no cobro porque lo hago con amor”. Y yo me pregunto ¿los médicos o terapeutas no hacen un bien? ¿Los buenos profesionales no tienen un don? ¿Los demás no hacen las cosas con amor?
¿De dónde puede provenir esta idea? Creo que la idea de no cobrar puede venir de tiempos remotos. En aquellos momentos en el que la gente vivía en comunidad. Cuando alguien iba al “bruj@” o a la “curander@” le llevaba una gallina, otro le llevaría aceite, etc. Cuando se le estropeaba algo de la casa, era la misma comunidad que cuidaba a aquella persona que asistía a su gente. Y creo que esto puede haber quedado en el inconsciente de nuestra sociedad.
¿Porqué creo y defiendo que l@s tarotistas tenemos el mismo derecho que tod@ a cobrar por nuestros servicios?
-Para ser tarotista hoy en día dedicamos dinero en formación, cursos y libros. Si sois tarotistas o conocéis alguno, fijaros cuantos libros de tarot tiene.
-Para ser tarotista dedicamos mucho tiempo en prepararnos. Generalmente un@ está varios años dedicando tiempo diario o semanal, en estudiar, practicar, etc. Nosotros creemos que hasta que uno no tiene unas 200 horas dedicadas al estudio y práctica del tarot no está preparado para poder dedicarse a ello profesionalmente.
-Cuando hacemos una consulta ponemos toda nuestra concentración, conocimiento, energía e intuición para poder hacer una buena interpretación. Esto es un esfuerzo físico y mental.
-Cuando hacemos una consulta estamos dedicando un tiempo.
Yo creo y defiendo que ser tarotista puede ser una profesión. Y si creemos que pueda ser una profesión, quiere decir que tenemos todo el derecho a poder vivir de lo que amamos, de lo que nos hemos preparado. Ser tarotista es una profesión como cualquier otra y tenemos el mismo derecho que tienen otras profesiones. Queremos poder vivir dignamente de nuestra profesión, sin complejos.
Cuando hacemos una lectura y no hay un intercambio sea económico o de servicio o de algo, no estamos valorando nuestro trabajo, ni nuestro tiempo y dedicación. No estamos dando valor al tarot. No nos damos valor como tarotistas.
Yo amo al tarot y el tarot es mi profesión. Ser tarotista me hace feliz y me permite vivir dignamente. Deseo que otras muchas personas también puedan dedicarse al Tarot y ser felices. Para ello necesitamos “EMPODERAR AL TAROTISTA, que podamos decir con la cabeza bien alta a lo que nos dedicamos, sin que tengamos que sentirnos juzgados” (1r manifiesto del tarot). Y esto también pasa por normalizar el tema económico.
Y termino con una frase “Valora a quien te dedica su tiempo, porque te está dando lo que nunca recuperará”.
Besos grandes,
Aurora: Mª del Mar Tort i Casals