El Tarot se puede aprender, de la misma forma que podemos aprender a cocinar o a tocar un instrumento.
Es cierto que antiguamente se decía que sólo las personas dotadas de un “don” especial tenían la capacidad de interpretar el tarot, pero desde el siglo XVIII encontramos los primeros manuales para aprender a leer las cartas. Y desde entonces miles de personas han aprendido a leer las cartas del Tarot en todo el mundo.
Para situarte un poco, ten presente que en la interpretación del Tarot o de cualquier otra técnica adivinatoria, intervienen tres factores:
- Las sensaciones: Aquella primera percepción que nos dan las cartas que han salido (si son buenas o malas, si están cerca entre ellas o lejos, etc).
- El método: El significado de cada carta y el significado concreto que tienen varias de ellas juntas.
- La intuición: Aquello que nos sugieren las cartas o que proviene de nuestro “yo profundo” pero que no sale directamente en la lectura y que dará a la lectura un toque especial, distinto a cualquier otra interpretación.
Así, de la misma forma que hay personas que cocinan por “sensaciones o intuición”, hay otras que lo hacen con método (la receta). Y nos encontraremos con personas que en función del plato que hagan usarán en unas ocasiones principalmente el método, en otras las sensaciones y en otras se dejarán guiar por la intuición.
En los cursos de Tarot aprendemos a trabajar desde las sensaciones y el método, de forma que siempre podremos realizar una interpretación correcta y podremos responder cualquier pregunta de manera acertada. Y si ese día estamos especialmente inspirados, con nuestra intuición le daremos un toque especial. A lo largo del curso te damos herramientas para desarrollar y potenciar tu intuición. Y evidentemente, nuestra base a nivel de método y sensaciones hará que nuestro potencial intuitivo se manifieste de forma más clara y segura.
¿Qué has de tener presente a la hora de aprender Tarot?
Tómate tu tiempo: En el caso del tarot no es tan importante memorizar la carta como comprenderla. Imagínate que cada carta es un personaje. Si lo conoces, podrás deducir fácilmente como se comportará en cada situación.
No varíes de método: Hay muchas formas de entender el tarot por lo que si al principio vas “picoteando” de diferentes sitios, acabarás liándote. Elige un método o curso (el que quieras) y cuando ya tengas una buena base, busca información de otros sitios que enriquezcan lo que has aprendido.
Diviértete: Aprender Tarot te hará pensar en muchas cosas, ver el mundo desde perspectivas distintas y también a conocerte mejor a ti mismo y a los demás. Recuerda que estás aprendiendo tarot porque te apetece, porque quieres y porque te gusta, así que no te estreses y disfruta del proceso.
No tengas prisa para que las cartas te hablen, no fuerces tu mente, relájate y espera que ellas te transmitan aquello que quieres conocer; no te obsesiones, no preguntes al tarot, aprende a escucharlo. Las cartas te indicarán el camino que deberás seguir. De ti depende que lo sigas o no .
Cuando ya tengas una buena base, amplia tus conocimientos con otros libros, artículos, videos, etc. Si ya tienes una idea clara de cada arcano, siempre encontrarás matices nuevos que lo enriquecerán.
“Ten presente que aprender tarot es una decisión muy personal, pero que si lo haces, tendrás un amigo para toda la vida”
Autora: Mª del Mar Tort i Casals
